Let the rain wash away all the pain of yesterday.

¿Recuerdas aquel momento en el que todo cambió? ¿Aquel instante en el que todo se rompió? Ese segundo en el que se acabó y ahí estabas tú. Sin poder moverte, ni decir nada, sin fuerzas. Oyendo mil escusas, pero sin escuchar. Oyendo el sonido de su voz de fondo, mientras una voz en tu cabeza te dice una y otra vez 'es lo mejor que podía pasar'. O no. O quizá solo sea una forma de engañarte a ti misma y hacerte creer que así no sufrirás. Pero hay sentimientos imborrables, como un tatuaje en la piel, pero lo de los sentimientos es más jodido, están dentro de ti. 

'Ningún amor muere, solo cambia de lugar en la memoria'. Y es cierto. Los amores pasados están en la zona de los recuerdos para dejar espacio en tu corazón para los que están por venir. Pero nunca se van. El tiempo pasará pero cada vez que lo recuerdes no podrás evitar esbozar una sonrisa recordando el primer beso o no podrás retener una lágrima pensando en el último roce. Pero también es bonito sufrir por amor. Saber que has querido tanto a alguien, a pesar de haber cerrado el libro que escribiste con esa persona... Y sabes como yo, que has tenido a una persona así. A la que has querido y has perdido, porque desde la primera palabra que has leído, su nombre, su cara y su voz, te han venido a la cabeza. Y ahora mismo estás sonriendo por saber que no eres la única idiota que sigue pensando en aquella persona que no es más que parte del pasado. Porque por encima del dolor siempre estuvo el amor.