Mario nos enseñó que vale la pena luchar por tu princesa.

Os voy a contar una historia. No es una historia original, de hecho, es una historia que apostaría que todos y cada uno de vosotros la conocéis. Es una historia de princesas, monstruos y ¿por qué no? De príncipes. Pero esta historia es diferente. Aunque es cierto que el principio es igual a todos los cuentos de hadas: princesa es secuestrada por monstruo y tiene que ser rescatada del castillo donde ha sido encerrada. Esta es la historia de un pequeño hombre vestido con un peto azul y una camisa roja. Mario se llama y su oficio es ser fontanero. Pero así, de la noche a la mañana, se ve luchando contra tortugas mutantes, setas alucinógenas, peces con complejo de golondrina y plantas carnívoras. Todo por el amor de su princesa, Peach la llamaban. Mario, sin comerlo ni beberlo, pasó de su vida tranquila a luchar contra todo tipo de obstáculos con un solo propósito: el amor. Recorrió miles de reinos, luchando en cada castillo contra Browser, una tortuga gigante con pinchos en la espalda. Y a cada castillo al que llegaba, la respuesta era la misma: "no Mario, tu princesa no está aquí". ¿Créeis que Mario se rindió? ¿Créeis que no siguió matando tortugas, saltando plantas, comiendo setas y escalando por plantas trepadoras para llegar a las nubes? Pues os equivocáis; siguió luchando. Mario había encontrado el motor que cada uno ha de encontrar a lo largo de su vida. Un motor inmóbil, pero que está ahí. Y siguió, y siguió, y siguió.. ¿y sabéis qué? Quién la sigue la consigue. Mario llegó hasta su princesa. Nunca se supo se vivieron felices y comieron perdices o no. Solo se sabe que él luchó y lo consiguió. ¿Sabéis que más? Todas las niñas quieren ser princesas: Peach, Blancanieves, Cenicienta, Ariel.. Todas quieren ser salvadas por su príncipe. Pero, en lo que a mí respecta, prefiero ser Mario.

2 comentarios:

  1. dios, precioso... me ha encantado, creo que yo también prefiero ser Mario ;)

    ResponderEliminar
  2. Encantadora la entrada, me fascinó. Te mando un abrazo, me gustó mucho leerte.

    ResponderEliminar