All this time I was finding myself and I didn't know I was lost.

Y es que a veces tenemos tanto miedo de enfrentarnos a la realidad, que vivimos en una burbuja toda nuestra vida. Hasta que un día, esa burbuja se rompe y conseguimos ver qué se esconde detrás de esa pared que nos impedía ver más allá de nuestros propios pies. Lo mejor de todo, es que la realidad puede superar con creces a ese mundo imaginario y perfecto que nos habíamos creado ahí dentro. Mejor dicho, la realidad es mejor. Y os lo digo yo, que durante mucho tiempo he sido incapaz de ver algo dinstinto a los recuerdos del pasado. Estaba atrapada en el recuerdo de una persona y no podía avanzar. Hay personas así, que aparecen en tu vida y se te clavan tan adentro, que el simple hecho de pensar en él o ella, hace que cada bello de tu cuerpo se erice, que ni tus párpados sean capaces de retener las lágrimas que inundan tus ojos cuando su imagen decide pasarse a saludar por tu mente. Cuando lo pierdes te escondes en los recuerdos, en las promesas vacías, en las letras de cada canción de vuestra vida y en los 'qué podría haber pasado'. Hasta que por fín, consigues pasar página. Consigues olvidarlo y seguir adelante, paso a paso, con cuidado. Caminas como si el suelo fuera de hielo, con miedo a resbalar y caer. Con miedo a encontrar un obstáculo que nos haga caer. Pero, ¿y lo bonito que es superar un obstáculo? O mejor, ¿qué pasa cuando ese obstáculo te hace caer? Yo, caí. Y meses después sigo pensando que las cosas pasan por una razón y si fuera hoy el día en que me topara de nuevo con él, volvería a tropezar de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario